Calor y deporte, una combinación peligrosa
Hay que tener en cuenta que calor y deporte de élite forman una pésima y peligrosa combinación. Especialmente, cuando la práctica deportiva se realiza al aire libre y en las horas de mayores temperaturas. Con la ola de calor que asola casi toda la Península y las que vendrán y con la temporada deportiva veraniega, los especialistas ya alertan: hacer deporte a 40 grados no es lo más seguro. Aseguran que puede provocar deshidratación extrema, agotamiento, calambres, dolores de cabeza, vómitos e incluso desvanecimiento.
Según los expertos, los mejores momentos del día para practicar deporte son a primera hora de la mañana o a última hora de la noche. Bajo ciertas condiciones, como las olas de calor que se producen durante los meses de verano, los riesgos son grandes.
Pero nuestro cuerpo cuenta con mecanismos que nos pueden avisar de que estamos sufriendo un golpe de calor a los que hay atender. Dolores de cabeza, espasmos musculares y calambres son algunos indicadores y síntomas de que estamos ante uno de ellos, que hasta pueden desembocar hasta convulsiones o un coma.
El caso de los futbolistas es más arriesgado si cabe. En este deporte los jugadores no tienen tantas ocasiones de hidratarse durante el partido como en otras disciplinas. Aseguran los expertos que, cada 15-20 minutos, tendríamos que hidratar nuestro organismo con unos 200 mililitros.
El inicio del verano cuenta con un calendario deportivo ocupado: la fase de ascenso a Segunda División, pruebas de ciclismo en carretera y mountain bike son algunas de las pruebas deportivas que se verán durante los primeros días estivales en nuestro país. La quinta media maratón de Samaniego que iba a celebrarse en La Rioja alavesa ha tenido que ser suspendida por falta de participantes y, es posible, que las altas temperaturas hayan sido la razón.
Los deportistas de élite que se enfrentan a los retos más complicados, encuentran en el calor propio de estas fechas un enemigo más al que vencer.